Magnolia Garnacha 2016

La garnacha autóctona de Albacete produce, de forma natural, vinos ligeros, elegantes, de precioso color y afrutado aroma, que en el pasado eran mezclados con otras uvas para darle mayor intensidad. Magnolia Wines apostó desde 2.015 por rescatar esa personalidad sin añadidos, con un resultado que ha conquistado a restaurantes de gran prestigio (varios de estrella Michelin), a público y prensa. Las claves de su éxito son básicamente cinco:

1. Es una propuesta muy novedosa porque se trata de un tinto perfecto para tomar frío (a 12-13 ºC), que marida muy bien con lo que suelen maridar los vinos blancos.
2. Es una producción muy limitada y cuidada (sólo 1.997 botellas)
3. El viñedo se encuentra a orillas del río Júcar, disfrutando de un microclima, mucho más húmedo y fresco que el manchego, aunque con las mismas horas de sol, lo que le confiere gran personalidad. Hay expertos que lo comparan con los vinos del Valle del Ródano (Francia)
4. Se trata de una elaboración artesanal y respetuosa (cepas cultivadas con procedimientos ecológicos, con poca carga de uva, la vendimia se hace a mano y los trabajos en bodega de selección y elaboración están enfocados a un alto nivel de calidad)
5. La uva es recogida con mimo y limpieza, de tal modo que, naturalmente, no arranca la segunda fermentación (la maloláctica), por lo que mantiene los aromas de fruta en mayor medida que el resto de tintos.