
El vino siempre ha estado en nuestras casas, pero ahora lo estamos disfrutando más que nunca. Se ha convertido en un deleite, un placer y una actividad casi intelectual. La calidad de los vinos españoles traspasa fronteras, y de pronto nos encontramos con que todos tenemos más o menos cerca una zona vitivinícola de interés que nos puede dar muchas alegrías. Podemos disfrutar del buen vino a muchos niveles y todos tienen su punto.
Pero, ¿cómo se consigue pasar de la simple consumición esporádica al disfrute más preciso del vino?
Probando, experimentando, comprendiendo y sintiendo el vino. Si crees que es el momento de dar un paso más en tu relación con el vino para disfrutarlo con más intensidad y conocimiento, seguramente estés pensando hacer algún curso de cata. Ahora bien, ¿cuál?
La elección de cursos de catas de vinos
Los amantes del buen vino vivimos en un momento ideal. No es solo que la oferta sea inmensa y disfrutemos de vinos excelentes para todos los bolsillos, sino que podemos vivir la cultura del vino con facilidad y en todas partes. Para aprender más, también.
Para elegir tu curso de cata, debes valorar qué buscas, el nivel que necesitas y cuánto deseas invertir (en tiempo y dinero). Por ejemplo, una opción sencilla es acudir a establecimientos de tu localidad. Existen vinotecas que ofrecen cursos de cata, así que conviene que les prestes atención.
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Las bodegas también pueden ofrecer sus propios cursos de cata, una actividad que suele enmarcarse en el contexto del llamado enoturismo. Es un tipo de turismo en las zonas vitivinícolas, donde vas a un hotel en un hermoso paraje (no es imprescindible), visitas las bodegas, acudes a catas y aprendes de la cultura gastronómica de la comarca. Estos viajes son para grandes amantes del vino, y puedes aprender mucho sobre la cata de un tipo o variedad en concreto.
Cursos de cata, ¿online o presencial?
También puedes hacer un curso de cata online o a distancia. Estos cursos pueden aportarte bastante información, pero tienen el problema de la falta de prácticas con un tutor delante guiándote en la cata. Pueden sugerirte vinos con los que acompañar tu aprendizaje teórico y pueden enseñarte a apreciarlos, claro. La ventaja es que tú gestionas tu ritmo. Tú decides cuándo avanzar y parar.
Quizá los mejores cursos de catas sean los que ofrecen las escuelas de formación del sector, que alcanzan niveles de calidad muy elevados. Este tipo de curso de cata presencial puede durar varios días y abarca una formación muy completa. Además, en estas escuelas se suelen ofrecer cursos de distintos niveles, desde la iniciación a la especialización, para que empieces desde lo más básico y acabes siendo todo un experto sumiller.
De momento, te dejamos este enlace donde puedes aprender a catar vinos.
Define tus prioridades e intereses, ¡y a brindar!