Seguramente la mayoría de los viticultores tengan presente qué es la filoxera, y es que desde hace ya más de un siglo se ha convertido en un verdadero problema para los viñedos. Por suerte, a día de hoy, existen soluciones para evitar a este insecto y no desperdiciar la cosecha. Sin embargo, es necesario conocer qué es, qué origen tiene, y cómo combatirla.
Phylloxera vastratix, origen y definición
Lo primero que hay que saber de la filoxera es que se trata de una plaga de pulgones provenientes de América, conocida como la filoxera de la vid, y una de sus características más importantes es que el único huésped conocido es la vid.
Se encuentra en varias formas, siendo la más peligrosa su forma radícola, que afecta a la raíz. Actúa destruyendo la planta, al cortar el flujo de savia por un abultamiento de la raíz. En su forma aérea afecta a las hojas, formando unas agallas que son fruto de la puesta de la pulga.
La destrucción de los viñedos europeos
El problema sobre la plaga de la filoxera de la vid se hizo patente en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, más concretamente en 1868. Hay que tener presente que las rutas comerciales en Europa se encontraban en auge, y la fuente más importante de dicho comercio eran las transacciones marítimas con América.
Esto provocó que fueran 3 los puertos por los que se introdujera la filoxera:
- Málaga, en España;
- Bordeaux, en Francia, y
- Oporto, en Portugal.
Una vez se introdujo en Europa, fue poco a poco colonizando el continente, invadiendo las vides europeas, a pesar de no desarrollarse en superficies arenosas, algo que sirvió de salvavidas para recuperar algunas variedades de vid.
Repleto de dulces aromas de caramelo, pasas e higos secos, los 12 meses de crianza oxidativa en botas de roble americano hacen que añada complejidad en forma de maderas nobles, finas especias y torrefactos de café, y convertirlo en un excepcional Pedro Ximénez de Málaga. Maravilloso.
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La solución para la filoxera
Esta solución a la plaga no llegaría hasta finales del siglo XIX. Como ya se ha dicho, el único freno de la filoxera se encontraba en su nulo desarrollo en suelo arenoso, por lo que algunas vides pudieron salvarse.
Puesto que dicha plaga provenía de las vides de América, las cuales eran resistentes, se halló la solución en los portainjertos. Se trata de colocar un injerto de vid europea sobre un portainjerto de vid americana resistente al insecto, una práctica que provoca una influencia genética recíproca y que otorgó resistencia a la vid europea.
A la hora de cuidar y cosechar la vid es importante conocer cuáles son los riesgos que existen, como es el caso de la filoxera, que, a pesar de ser un problema que ya cuenta con una solución, pudo suponer una catástrofe para la viticultura en Europa. Por esto, es importante para no echar a perder la cosecha tener paciencia, información y dedicación y, así, conseguir que salga una vid sana.