Los tartratos del vino son cristales formados por la saturación del ácido tartárico en presencia de calcio o de sodio. En la copa pueden parecer posos de color.
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¿Por qué ocurre?
Esto suele ocurrir por la cambios de temperatura, normalmente muy bajas o por grados alcohólicos altos.
Cuando la concentración de ácido tartárico y de sodio o potasio es alta, y además se produce una bajada de temperatura se producen unos cristales del ácido que precipitan al fondo de la botella.
Este proceso de cristalización es irreversible, es decir, que aunque aumentemos la temperatura del líquido, no se disuelven los cristales.
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¿Cómo se evita los tartratos en las botellas?
Por eso se suelen estabilizar los vinos, enfriando el líquido en los depósitos para que vayan precipitando los cristales y al embotellarse el producto no encontremos sedientos en la botella.
¿Donde es más habitual encontrar tartratos en el vino?
La presencia de tartratos del vino es habitual en vinos tintos que no se estabilizan ni se filtran, pero es un problema cuando parecen en vinos rosados y blancos.
La variedad que tiene una alta carga de potasio es el tempranillo, por ello es habitual que los vinos de tempranillo sean propensos a tener precipitaciones tartáricas, y si no se estabilizan ni filtran nos encontraremos con sedimentos en la copa y en la botella.
Esta estabilización se produce de manera natural en las barricas, y es habitual encontrar todas las pareces de las barricas cubiertas de cristales tartáricos.
Por tanto la barrica tiene una función de estabilización, de microoxigenación y por tanto una función de hacer los vinos más “redondos”.
Los tartratos en el vino blanco o rosado son un defecto importante y es por ello que la mayoría de estos vinos se estabiliza por frío a temperaturas bajo cero para que no precipitan estos cristales ni en la botella ni en la copa.
En los vinos tintos es más habitual ya que no se suelen estabilizar por frío y puede aparecer cierta decantación en la botella por el tiempo o los cambios de temperatura.
Beneficios de los tartratos del vino.
Los tartratos del vino tienen cualidades muy beneficiosas para la salud y es por ello que son la base de muchas cremas y jabones.
Entre los beneficios destacamos:
- Mejora la digestión.
- Rejuvenece
- Mejora el aliento y cura las heridas de la boca.
- Antiséptico.
Por lo que no te asustes si al terminar tu copa hay posos, son cristales, tartratos, que son beneficiosos para tu salud.
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