En la cultura popular se habla de que el cerdo es el producto que más se aprovecha, pero si paseamos por las zonas de producción de vino, el comentario es el mismo para este producto, por eso vamos a hablar de los residuos del vino.
Empezamos por la poda
La producción de vinos empieza en la viña, y cada añada empieza con un proceso largo y tedioso que es la poda.
Aquí podemos encontrar el primer producto que se aprovecha, que son los sarmientos que se podan. La utilización tradicional de esta poda era para la leña, más concretamente para la utilización de esa madera a la hora de cocinar por el aroma tan peculiar y agradable que aportan la madera de viña. Aunque algunos viticultores utilizan dicha madera, como abono tras triturar la madera.
Vendimia
Una vez que el fruto de la viña a madurado, se realiza la vendimia, y en las bodegas se realiza un proceso de despalillado y estrujado de uva, así como el prensado de uvas para la elaboración de blancos y rosados. Este residuo puede usarse para abonos, o para ser secado y utilizado como combustible en las centrales eléctricas de biomasa.
Tras la fermentación
Tras la fermentación se separan los hollejos y las lías de los vinos. Estos hollejos y lías se utilizan para la destilación y conseguir destilados aromáticos. Los desechos que quedan de dichos destilados se usan como combustibles o abonos. También se usan vinos para la creación de vinagres.