¡Vino a la vista! El 3 de agosto de 1492 Cristóbal Colón partió del Puerto de Palos con un rumbo en su cabeza, pero un destino desconocido y cómo acaba la historia no hace falta ni explicarlo.
Y para un viaje tan largo seguro que las carabelas en sus bodegas, que por algo se llaman así, iban repletas de vino, entre otras muchas cosas.
Hasta en cuatro ocasiones repitió el viaje a través del Atlántico hacia el Nuevo Mundo y lo que es seguro es que el vino no faltó en ninguna de las travesías. Pero, ¿de qué viñedos procedía?
La tierra que creo los vinos que Colón llevo a las Américas.
Del Condado de Huelva y, la verdad, es que tampoco era la primera vez que viajaron en barco. Desde principios de ese mismo siglo (s.XV) los barcos que paraban en los puertos de Palos y de Moguer, ya cargaban sus bodegas con los mejores vinos de la zona con destino a Inglaterra y los Países Bajos.
Como tampoco se trata esto de una clase de Historia sino de disfrutar del vino hay que quedarse con que, según el Diario de Indias de 1502, para su último viaje, y el primero que pisó el continente americano, era de Villalba del Alcor. Y es que la tradición de vinos en esta localidad se remonta aún a algunos siglos antes. Así que, ¡Vino a la vista para un nuevo mundo!
Una zalema fermentada en barrica para conmemorar grandes hitos.
Este espectacular vino monovarietal de Zalema es la máxima expresión de esta uva que nos envuelve con aromas afrutados, con un paladar amplio y potente.
PRECIO POR
BOTELLA:
10.19€
Zalema, otro gran descubrimiento
Como homenaje a esta tradición y a todos los vinos que surcaron los mares, primero con Cristobal Colón, y después para saciar la sed de los habitantes de las colonias españolas en ultramar, Bodegas Marqués de Villalúa, cuyos viñedos se asientan en esos mismos terrenos, ha creado la Colección Descubrimiento.
Tributo a los 525 años que recientemente se han celebrado de aquel, ¡Tierra a la vista!, con un vino muy especial fruto de una de las uvas más típicas del condado de Huelva: la Zalema.
La uva de la bienvenida ya que su nombre viene de “assalám alík” el saludo árabe más habitual que viene a significar “la paz esté contigo”.
Así, los vinos que producen suelen ser neutros y no excesivamente aromáticos, pero siempre secos y afrutados con un elegante final amargo.
Y decimos suele ser porque siempre hay excepciones como la Colección Descubrimiento de Marqués de Villalúa que es otra historia por su meticulosa elaboración y, sobre todo, por el resultado final: el Condado de Huelva y el Nuevo Mundo de Colón en una copa de blanco.
Colección Descubrimiento de Marqués de Villalúa
De precioso color amarillo pajizo ligeramente dorado; con aromas a panadería y toques afrutados muy sutiles en los que destacan las frutas blancas e, incluso hierba recién cortada; mientras que en boca es muy voluminoso, potente, elegante y, sobre todo, largo.
Todo gracias a una particular forma de elaboración mediante fermentación en barrica de roble, que como no podía ser de otra forma es, americano.
Una excelente crianza sobre lías, le hacen perfecto para combinar con un risotto muy cremoso, una ensalada de cangrejo y, por supuesto, con calderetas que tengan como base el marisco.
La botella parece encerrar un auténtico tesoro de aquellos de la época de los descubrimientos y también de los piratas que saqueaban los cargamentos procedentes de las indias y que mil veces se ha visto en las películas.
También incluye un mapamundi con el que revivir los viajes de Colón junto a los vinos del Condado de Huelva.
¡Vino a la vista para el Nuevo Mundo!
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