Los mejores vinos rosados de España

Corazón y alma para los que ven la vida de color de rosa.

Pura pasión. Ojos que me hacen bajar los míos. Una risa que se pierde en su boca … Cuando me toma en sus brazos y me habla en voz baja, veo la vida en rosa … Así, pero en francés, le cantaba Édith Piaf al amor, aunque bien podría haber sido al rosado. Casi, casi, las mismas sensaciones que al descorchar alguna de estas botellas. Vinos con corazón y alma. Eso sí, esto ya es en la versión de Louis Armstrong de la misma canción. Cuando me besas, el cielo suspira, y aunque cierre los ojos, veo la vie en rose. Y es que más que un color, lo del rosado es siempre una actitud.

Corazón y alma a partes iguales. Vinos para los que, como Audrey Hepburn, creen en el rosa y en que la risa es la mejor forma de quemar calorías. También para las que piensan en besar, en besar mucho y en que las personas más guapas son siempre las más felices. Para los que son fuertes cuando todo parece ir mal y siempre confían en que mañana será otro día, mejor, por cierto. Y, por supuesto, para todos los que creen en que todo es posible o en las grandes sorpresas como las que encierran los rosados que ha seleccionado CataTú. Sorprendentes y enigmáticos, pero siempre llenos de positivas emociones.

Vinos para los que ven siempre la vida de color de rosa

Pues no hay mayor sorpresa que la del vino rosado. El favorito de los que siempre ven la botella medio llena. De hecho, siempre lo está y beberlos es más fácil que lo del rosa, rosa, rosam, rosae, rosae, … Tan refrescantes como emocionantes. Vinos con corazón y alma de Syrah, Tempranillo, Monastrell, Mencía, Garnacha, Pinot Noir … y de muchas otras variedades, pero siempre ¡rosa que te quiero rosado!

Pink de Bodegas Silvano García

No, no es tan extraño. El rosa en la India es como el azul marino y nunca da la nota. Pues, si en su versión blue la bodega de Jumilla utiliza Moscatel ahora, como no podía ser de otra forma, para la más rosada apuesta por el Monastrell y no solo por su fascinante color. De los que siempre sabe sacar grandes sonrisas. Fresco, alegre y divertido. Elegante, pero sorprendente y no solo por su precio.

Viña Aljibes rosado de Bodega Los Aljibes

Solo Syrah para uno de los más apasionados rosados de España y para demostrar que cuando de vinos se habla todo es posible. Amor a primera vista y también al primer sorbo que de eso también tiene mucho este color frambuesa. Más potencia e intensidad en las emociones que la trompeta Armstrong y, a la vez con la suavidad, de la voz de Édith. Imprescindible e irrepetible, pero sin imposibles.

Gurdos de Bodegas Gordonzello

No, lo del rosado no es solo una moda de verano y viene de muy lejos. Aquí va todo un clásico de León. Tanto como su catedral. Y es que los reflejos frambuesa son al vino lo que las vidrieras del templo a la Historia del Arte. Mucho más que un referente. Eso sí, de Prieto Picudo y siempre bien acompañadas de finas burbujas y deliciosos y sugerentes aromas. Espectáculo para disfrutar con todos los sentidos

Hiriart Rosado Élite de Bodegas Hiriart

Pues si se habla de rosado y arte, en Cigales tienen su propia Capilla Sixtina y la de Hiriart es de las más vanguardistas. Tempranillo, Garnacha y Verdejo de los que es casi imposible no enamorase y una de las mejores demostraciones de que el amor puede ser siempre de color de rosa. De los viñedos más antiguos de la bodega y eso son ya más de 90 años del puro de los romances, el de las viñas y el vino.

Pinktone de Bodegas Monte la Reina

Hasta aquí todo bien porque lo único que está claro es que los rosados son mucho más que un simple color. Eso sí, el de Monte la Reina, sin duda, habría que patentarlo. Tampoco son cosa de una sola variedad. Tempranillo de la Tierra de Castilla y León que destaca por mucho más que por su llamativa tonalidad. Equilibrado, intenso, complejo, untuoso, fresco y muy sabroso. Pinta la vida de… ¡Pinktone!

Ochoa rosado de lágrima de Bodegas Ochoa

Porque así es como hay que ver la vida. Siempre positiva, aunque algunos como el rosado de Ochoa sean de lágrima. Pues de llorar nada de nada que para algo son vinos para los que creen que mañana será otro día. La botella siempre medio llena. De Garnacha, Merlot y Cabernet Sauvignon de cultivo ecológico, con estilo y mucha personalidad. Tanta como la de Audrey Hepburn y ella sí que creía en el rosa.

Los mejores vinos rosados para los que siempre ven la botella medio llena

Pues, para todos aquellos que a partir de ahora quieren ver la vida de color de rosa, aquí va otra sorpresa. No acaba aquí la cosa. Hay muchos más. Sin ir más lejos en Bodegas La Legua lo elaboran con Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvignon, y aunque lo llaman 7L rosado de una noche (durará mucho menos. Eso es ser optimistas de verdad. Con corazón y alma como con Pavina Pinot Noir. También lo de Gancedo en Val de Paxariñas es de puro Capricho. Por supuesto, de Mencía. Y para rareza lo de Olivia de Pazo Pondal y lo de Pago del Vicario.

Merezao y Sousón de Rías Baixas y Petit Verdot de la Tierra de Castilla para no parar de disfrutar. Eso sí, maridarlos siempre será más fácil que lo del rosa, rosa, rosam, rosae… de las clases de latín. También imposible no empezar a cantar lo de Cuando me toma en sus brazos y me habla en voz baja, … O lo de Cuando me besas, el cielo suspira, y aunque cierre los ojos, … para ver siempre la vida de color de rosa y bebérsela hasta la última gota. Puro optimismo, vitalidad y alegría en cada copa y CataTú se pueden encontrar todos al mejor precio.