Vinos para pollo. Maridajes para el auténtico gallo del corral

Maridaje para recetas de pollo. En la semana en la que la población mundial ha alcanzado los 8.000 millones de habitantes hay que decir que eso no es nada comparado con lo de los pollos. La carne más consumida en España y en casi todo el mundo y no es por casualidad.

Sabrosos, nutritivos, llenos de proteínas. Con muy poca grasa ya que la acumulan en la piel. Por tanto, no es por casualidad. Ahora mismo se calcula que en la Tierra se convive con más de 23.000 millones de estas aves de corral.

Eso sí, también hay que decir que prácticamente ninguno llegará a ver el año que viene. En total, cada 365 días se consume esa misma cantidad multiplicada por 3. El planeta pollo se debería llamar, por tanto, y es que no hay país en el que no se consuma.

En el que más, por cierto, y aquí viene la sorpresa es en Estados Unidos. Pocas hamburguesas se ven de esta carne, pero frito allí triunfa y mucho. Tras estas y las pizzerías, la tercera comida rápida con más establecimientos.

Maridajes para recetas de pollo (y no montar el pollo)

También en Brasil, donde lo que se lleva más es asarlos a la brasa. China tampoco se queda atrás porque es potencia mundial en casi todo y porque, entre todo lo que se pide en sus restaurantes, lo que nunca falta es el arroz frito tres delicias y pollo con almendras.

Exótico sí que es, pero de tradición en la cocina asiática tiene poco. Más clásicos en el maridaje de las recetas de pollo, son el pollo Teriyaki japonés cuya salsa solo consta de 4 ingredientes: soja, sake, azúcar y el vino de arroz dulce mirin; las brochetas tandoori masala de Pakistán con sabores únicos; o el tajín de pollo marroquí. Lo mejor de todo es que todas, en su estilo, están deliciosas. Algo más extraño es el pollo al curry verde tailandés, pero si hay un lugar en el mundo en el que saben de estas aves y especias es en India: Korma, tikka masala, kadai o jalfrezi. Luego vienen los chilaquiles y enchiladas mexicanas…

Los mejores vinos para pollo (y las formas más clásicas de cocinarlo)

No hay lugar en el mundo en el que falte. Así, la lista de formas de prepárarlo es interminable. También la de maridajes porque lo normal es con blanco, pero al pollo también le gusta el tinto y, por supuesto, el rosado. Todo depende de las formas de cocinarlo y en España también las hay a montones. Lo más sencillo (sano y natural) a la plancha y con un toque de sal, pero como más gustan son asados, fritos y en salsa.

Aquí es cuando se abre todo un mundo de posibilidades. Tanto de recetas como de vinos con los que disfrutarlos. Lo clásico es…

Pollo asado con pimientos y tinto de Rioja (para que no llueva sobre mojado)

La comida preferida de los domingos cuando no apetece cocinar o cuando se quiere celebrar, pero de asador de toda la vida. De los que el pollo va dando vueltas sobre el fuego hasta quedar crujiente por fuera y jugoso por dentro.

Sí, de los que van en envase de metal, tapa de cartón y bien regados en salsa. Y en los que en el mostrador no faltan todo tipo de guarniciones. Eso sí, la mejor elección son siempre las patatas fritas, pero, sobre todo, los pimientos verdes. Tampoco suele faltar en las cartas de platos combinados. Comida improvisada, pero casi casi a la altura de un restaurante con estrellas Michelín. Tantas como el vino con el que disfrutarlo.

Pollo frito con un blanco de Godello de la zona de Rueda (eso sí, ¡rico, rico!)

Pero frito al estilo tradicional. El de toda la vida. Ligeramente pasado por harina, con su aceite de oliva y sal. Nada de esos crujientes rebozados y especiados marinados que hablan del pollo, pollo…

El de verdad tiene que saltar en la sartén y salpicar hasta el último rincón de la encimera. Quizá esa es la razón por la que ya no se prepara tanto en las casas y se prefiere empanarlos. Hay trucos para evitarlo: más harina en la sartén, sal en las burbujas, pero lo que no suele fallar es escurrirlo bien.

Lo mejor siempre los muslos y las alitas. La tapa perfecta de bar de la esquina, pero que haya para todos porque suelen ser motivo de disputa. En lo que no hay discusión es con su maridaje. Tiempos modernos Godello y nada más. ¿Con o sin salsa barbacoa?

Pollo al chilindrón con una Garnacha de Aragón (que mola un montón)

Y es que si se habla de salsas y guisados… al pollo le gustan y le sientan todas fenomenal. De entre todas las posibles recetas (y no son pocas) destaca el que llaman al chilindrón. Más que nada porque el nombre mola un montón.

Además, prepararlo es de lo más sencillo: tomates, cebolla, pimientos asados, varios dientes de ajo, aceite de oliva, sal, pimienta y ese toque único que le da una hojita de laurel. También vino blanco y mejor que sea de calidad.

Solo eso y mucha paciencia, como en las catas de vino,  porque lo mejor es hacerlo a fuego lento. Sin prisa. Así, lo preparan desde siempre en Navarra y Aragón. Por eso, lo tradicional es tomarlo con una garnacha de esta última región.

Otros vinos para pollo (el auténtico rey del corral)

No hay duda, al auténtico rey del corral, con permiso de los más gallos, le gusta rebañar bien el plato con maridajes de toma pan y moja. Ya sea al ajillo; en el típico escaldums de Mallorca; al limón o la naranja (aunque suene más para el pato); a la sidra o a la coca cola; con aceitunas y pistachos; o simplemente con una salsa de tomate casera, casi lo más importante de todo es tener una buena barra de pan (o dos) y que nunca falte el vino con el que maridarlos.

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