Vinos para escalopes, cachopo, milanesas… (y maridajes para no estar empanado)

Maridajes para carnes empanadas. Crujientes por fuera, jugosos por dentro y no se trata de ninguna adivinanza.

El leche, cacao, avellanas y azúcar de la gastronomía popular convertido en alta cocina. Eso sí, pero con harina, huevos y pan rallado. Importante porque el primer paso, el de enharinar la carne antes de hacer el empando, se lo saltan más de la mitad de las personas y es fundamental.

Aroma y, sobre todo, sabor… Igual que los vinos, realza todos los matices, por eso es importante saber maridarlos. Y es que… ¡qué los alimentos preparados de esta forma triunfan es algo que se sabe de aquí y en la China! De hecho, es uno de los platos más populares.

En Estados Unidos nada gusta más que el pollo sureño y tiene muchas especias y algo de esto, según la receta. También en Japón donde lo llaman Tonkatsu. Lo que literalmente se traduce por chuleta del cerdo.

Maridajes para carnes empanadas

Y es que en el país de la tempura también se han rendido ante los rebozados de pan. Pues, como muchos recordarán, precisamente, este era el plato más extendido en los picnics en el campo y la playa en los años 90.

Siempre junto a la tortilla de patata. No faltaban nunca y por algo será, aunque no siempre han sido vistas con tan buenos ojos. Siempre se les ha echado en cara la calidad de las carnes con las que se prepara y, sobre todo, la del aceite en el que se sumergen. Pues, de eso nada de nada.

Ante todo, siempre calidad en la mesa y, por supuesto, en las copas. No es ningún secreto. Los fritos nunca han estado bien vistos, pero como con casi todo, la clave está en la moderación. Tampoco lo están los San Jacobos… y, sin embargo, algo tendrán cuando algunos de los mejores chefs del mundo tienen sus propias interpretaciones.

Los mejores vinos para escalopes, cachopos, milanesas y cualquier empanado

¡Hasta la Milanesa tiene su día y casi que es festivo nacional en Argentina! Por cierto, que allí de carnes saben lo suyo. Igual que en Asturias que tiene su cachopo y comerlo sí que es una fiesta. De Polonia viene el Schabowy, el Pozharsky de Rusia, o de Italia la Cotoletta.

Tiene diferentes versiones: alla bolognese, alla parmigiana, alla palermitana y, precisamente alla milanesa. Solo hay que ir atando cabos, aunque no siempre es necesario empalmar las carnes.

En España tenemos restaurantes que son especialistas en la Milanesa y se considera que la mejor Milanesa de España la cocina Casa Jaguar con Julián Nenadovit, un genio Argentino, que además de milanesas, hace cocteles de infarto.

Eso sí, pero si se habla de la receta original hay que viajar hasta Austria. Concretamente hasta Viena.

Schnitzel austriaco y la majestuosidad de Ribera del Duero

Música para cualquier paladar y nunca mejor dicho. La verdad es que su historia es de lo más curiosa y con mucho ritmo.

La del mariscal Joseph Radetzy. Sí, el mismo que inspiró la famosa marcha de Johan Strauss Hijo que no falta nunca en el Concierto de Año Nuevo de Viena.

Más allá de mitos y leyendas, es uno de los platos más famosos de la gastronomía de Austria. Casi tanto como las célebres salchichas y se prepara con carne de ternera. Por el contrario, si es de cerdo lo más probable es que sea la versión alemana o estén dando gato por libre. En lo que no hay ninguna duda es con el vino. Mejor con Ribera del Duero para un maridaje imperial.

Milanesa argentina y vinos de la Patagonia

Lo de Radetzy tiene lo suyo porque dicen que fue el que llevó a Centroeuropa la receta desde Italia. Adaptación de la Cotoletta, pero no está nada clara la relación.

Lo que si está confirmado es que es la inspiración de la Milanesa argentina. Cosas de la inmigración. Sin embargo, allí le llaman de este modo a cualquier cosa que esté empanada. Carnes de cerdo, ternera o pollo y hasta verduras.

Eso sí, tienen algo más. El relleno por fuera porque la más famosa es la llamada a la napolinata. Sirve de base, como una tostada, para gratinar encima tomate, orégano y mozzarella. Además, se hornea.

La pizza de empanado… Por eso, lo mejor es disfrutarlo con la variedad francesa que se hizo famosa en este país: Malbec.

Cachopo asturiano y Prieto Picudo del Bierzo

Y si las milanesas están de moda, lo de los cachopos está ya a otro nivel. Con el relleno por dentro, como debe ser y con infinidad de ingredientes. Todos deliciosos y, además, de la tierra.

Hay vida más allá de los San Jacobos, y eso que también tienen su punto y del Cordon Bleu que, aunque lo parezcan no son lo mismo. Queso y algo más. De cabrales, Gamoneu, chosco de Tineo, y luego ya solo hay que echarle imaginación. Jamón, cecina, setas, pimientos, cebolla… Cabe un poco de todo, pero sin pasarse porque no hay que restarle protagonismo a la carne.

Todo debe sumar. Por eso, si se habla de productos de la tierra no debe faltar una copa de Prieto Picudo. Sensaciones de máxima intensidad.

Los secretos de un empanado (y de un mejor maridaje)

Hay muchos más. Desde los flamenquines cordobeses al pozharsky, que solo como curiosidad se prepara con carne picada.

Sea como sea y tenga el relleno que tenga el truco está en el rebozado y hay algunas claves para conseguir uno insuperable. El fundamental elegir bien la carne, pero también sazonar con antelación; atemperarlo antes de freírlo; mezclar harinas; huevo solo el imprescindible; aceite de calidad y bien caliente; y, sobre todo, escurrirlo bien antes de servirlo.

No tiene mucha más complicación. Sin embargo, mucho más fácil es maridarlos, y en CataTú se puede encontrar la mayor variedad, al mejor precio y directo de bodega, para no parar de disfrutar de los mejores vinos para carnes empanadas.