Vinos para tartas. A nadie le amarga un dulce y menos si se toma con vino. De esto sí que sabe todo el mundo y, además, cada uno tiene su favorita. ¡Hay tantas para elegir! Un, dos, tres responda otra vez… ¿cuáles son las mejores tartas del planeta?
(1.) Apple pie de Estados Unidos con su masa crujiente y rellena de manzanas especiadas con canela y azúcar y servida con helado de vainilla o crema.
(2.) Tiramisú de Italia que combina a la perfección capas de bizcocho empapado en café, queso mascarpone cremoso, cacao en polvo y a veces licor.
(y 3.) Tarta de limón de Francia, también con una base crujiente rellena de una crema de limón agridulce y cubierta con un suave merengue tostado.
Son solo tres ejemplos, pero hay muchos más como…
Contenidos
Maridajes que no amargan un dulce. Vinos para tartas.
La tarta Dobos de Hungría que alterna capas de bizcocho con mantequilla de chocolate y caramelo crujiente; la San Marcos de España rellena de trufa y nata con esa capa de yema tostada que la hace irresistible; o la más exótica Banoffee de Reino Unido que combina plátano, crema y toffee sobre una base de galleta o masa. Todas deliciosas y lo normal es que si se habla de repostería se sepan (o se hayan probado) muchas más. Sin embargo, si se pregunta por los vinos con los que maridarlas la cosa cambia. Las respuestas se limitarían a un par o como máximo 3. Y una de ellas siempre sería un Pedro Ximénez o cualquier otro vino dulce de postre. Lo bueno es que las posibilidades, con algo de imaginación, pueden ir mucho más allá para crear nuevas experiencias.
Los mejores vinos para las tartas más famosas del mundo
Tarta Sacher con un vino de hielo.
¡Uno de los postres icónicos de Austria y de todo el mundo! Es empezar a hablar de tartas y a todo el mundo se le viene enseguida a la cabeza la imagen de ese bizcocho de chocolate denso y rico, que se corta por la mitad y se rellena de mermelada de albaricoque. No acaba ahí la cosa porque por si todo eso fuera poco además… la capa exterior se cubre de un glaseado espeso también de cacao fundido que le da esa inconfundible textura suave y brillo característico. Sobre su origen todo se ha dicho. Inventada por Franz Sacher, de tan solo 16 años, para un banquete del príncipe Klemens von Metternich. El resto ya es historia. Como el vino de hielo, único e irreptible, lleno de aromas y sabores para disfrutar de este maridaje.
Petit Manseng y mitad Garnacha Blanca de Manchuela y vendimiadas a -8ºC y prensadas en el mismo viñedo. Profundo y con personalidad en el que destacan las notas frutales de albaricoque y piel de naranja.
PRECIO POR
BOTELLA:
20.00€
Sin embargo, lo que distingue a la tarta Sacher es el contraste entre los sabores de los ingredientes, Se suele servir con un poco de nata montada y lo ideal sería tomarla siempre con un vino de Hielo o un Tokaji. Ambos vinos tienen una dulzura y notas de frutas secas que complementan la intensidad del chocolate y la acidez del albaricoque, ofreciendo una experiencia de lo más interesante con los sabores de la tarta. Irresistible. Tanto que de hecho es uno de los souvenirs más comprados por los turistas en sus visitas a Viena. Auténtica sinfonía para los sentidos en la ciudad de la música.
Tarta de Santiago con Jerez amontillado
Mucho más sencillo, pero igual de placentero suele ser lo de la tarta de Santiago. Una de las más emblemáticas de Galicia y de toda España. Desde el siglo XVI con tan solo tres ingredientes que además se encuentran en casi todas las casas: almendras, huevos y azúcar, porque la receta tradicional, por no llevar no incluye ni harina. Tampoco suele faltar decorarse con una cruz de Santiago hecha con azúcar glas, que es una de sus señas más distintivas. Lo que luego algunos pasteleros pueden añadir en su preparación es ralladura de limón o canela que proporcionan un toque aromático y sutil que se complementa a la perfección con el de los frutos secos. Por eso, aquí puede estar una de las claves de su maridaje. Una opción clásica es un Jerez amontillado por sus sensaciones y complejidad, pero no hay que descartar nunca disfrutarlo con un Pedro Ximénez por sus toques a caramelo o un Albariño con notas frescas y afrutadas. Opciones para elegir.
El hermano pequeño del amontillado de la misma bodega con 100 puntos Parker. Una delicia dentro de la botella que te enamora desde el primer momento. Una pieza de coleccionista.
PRECIO POR
BOTELLA:
27.50€
Cheesecake al estilo Nueva York y Chardonnay
Tartas de queso se llevan haciendo al menos desde la antigua Grecia y no es ninguna exageración. Quizá incluso antes… Lo que probablemente lo convierte en el postre más antiguo del mundo con permiso del yogurt. Sin embargo, algo cambió en la ciudad de Nueva York a principios del siglo XX que la hizo más rica y densa. Tras combinar numerosas recetas tradicionales, la auténtica novedad fue la incorporación de queso estilo Philadelphia. El ingrediente clave para obtener una textura mucho más suave y untuosa. Además, se distingue por un sabor ligero y un poco ácido y por la base crujiente hecha a base de galletas trituradas.
Fascinante Chardonnay de Pago Finca Élez
Equilibrado y muy estructurado, pero sobre todo con la personalidad única de los vinos de altura y el carácter singular que aporta el terruño.
PRECIO POR
BOTELLA:
13.50€
También por una cocción al horno a baja temperatura y lenta y por poder combinarse con frutas frescas, mermeladas, salsas y también con caramelo. El resultado todo el mundo lo conoce, pero lo que pocos saben es que la mejor forma de disfrutarla es con un Chardonnay con un toque de roble, pero no excesivamente pesado, puede equilibrar la riqueza del queso y la acidez de las frutas. También le suelen ir bien un Sauternes o un Late Harvest Riesling o un Moscato d’Asti para los que prefieren opciones más dulces. Irresistibles todas las combinaciones.
Tarta Selva negra con Pinot Noir o Champagne
Y si todavía queda un poco de hueco para más, siempre hay que volver a pensar en chocolate… Y una de las estrellas de las tartas que lo incluyen es esta. Uno de los postres más conocidos de Alemania cuyo nombre está inspirado en la región que lleva su nombre. La zona de la Selva Negra, en el estado de Baden-Württemberg, es famosa por sus cerezas, su crema y su licor Kirschwasser, que se obtiene a partir de la destilación de las que son más ácidas. Sin embargo, no se le llama así porque lo incluya en la receta sino por las capas oscuras de chocolate y decoraciones de nata que evoca a sus espesos bosques. Esos son los ingredientes. No tiene más ni tampoco lo necesita. Bizcocho ligero de chocolate, nata montada, las famosas cerezas, virutas de chocolate y, por supuesto, un Pinot Noir. También popular en la región es muy buena elección por sus notas de frutas rojas o un Champagne cuya burbuja y acidez ayuden a equilibrar la cremosidad.
Pinot Noir como para tocar el cielo
Balsámico y terroso; con los sutiles tostados de roble francés en el que realiza crianza durante al menos 6 meses. En definitiva, Pinot Noir de altura y tan único que es como para tocar el cielo.
PRECIO POR
BOTELLA:
30.00€
La gran ventaja es que, sea cual sea la tarta favorita, siempre hay un vino con el que maridarlo. No importa si es dulce, blanco, tinto, espumoso o, incluso rosado. Lo importante es crear una experiencia única e inolvidable. La gran ventaja es que con CataTú es muy fácil conseguirlo. La más amplia selección de vinos al mejor precio y directos de bodega para no parar de disfrutar.
Los terroirs de la región de Champagne
20% de Chardonnay que le aporta elegancia y distinción, 40% de Pinot Noir que le confiere redondez y estructura, y 40% de Meunier que le proporciona el sabor a fruta y la ligereza.
PRECIO POR
BOTELLA:
32.00€