Vinos para congelados. Ya no están tan de moda, pero lo estuvieron allá por los años 90. Cuando el electrodoméstico más vendido eran las freidoras y no falta en ningún mercado el puesto de congelados. Allí se podía encontrar un poco de todo y, además, siempre parecía haber algo nuevo. La verdad es que tenían sus ventajas. Cenas en apenas unos minutos y, además, de lo más irresistibles. A la sartén y listo. El mejor remedio para los olvidos del qué cenamos hoy. Siempre a mano y en perfectas condiciones.
Sin embargo, lo cierto, es que durante un tiempo tuvieron bastante mala prensa y empezaron a circular un montón de falsos mitos que aún se mantienen hoy. El tiempo demostró que no eran tan malos en sí mismos sino por el aceite en el que se freían croquetas, palitos de pescado, calamares a la romana, San Jacobos y un sinfín de productos más.
Fresco como una madrugada de invierno
Frío, frío… Así hay que tomar este auténtico vino de hielo mitad Petit Manseng y mitad Garnacha Blanca de Manchuela y vendimiadas a -8ºC y prensadas en el mismo viñedo.
PRECIO POR
BOTELLA:
20.00€
Contenidos
Falsos mitos sobre los alimentos congelados y cómo maridarlos
El primero es el más básico, que todos los alimentos congelados pierden sus nutrientes básicos. Falso. De hecho, la congelación es hoy el método más extendido de conservación en el mundo. También lo es que este proceso altere el sabor y textura de los alimentos o que sean menos saludables que los frescos. En realidad, apenas afecta. Tampoco es cierto que tengan muchos más conservantes. Justo al contrario porque no hay nada mejor para que permanezcan inalterables al paso del tiempo que someterlos a temperaturas bajo cero. Sin embargo, hay uno que llama la atención sobre los demás. No todos son productos ultra procesados y ahí están las verduras, entre otros muchos para demostrarlo. Por eso, ¡larga vida al congelado! Nunca mejor dicho y siempre que, como con todo, se haga con moderación.
Vino de Hielo de los Picos de Europa
Vino blanco dulce, elaborado con Gewurztraminer y Sauvignon Blanc, inspirado en los vinos de hielo alsacianos. Delicadeza y finura.
PRECIO POR
BOTELLA:
15.00€
Los mejores vinos para alimentos congelados
Sin embargo, los congelados han dejado atrás todos sus complejos y han adquirido una nueva vida con la popularización de las llamadas freidoras de aire. Menos grasas que los fritos y además otros muchos también han sido pensados para cocinarse en el horno. Mejor todavía. Los más populares y más fáciles de encontrar en cualquier supermercado son: palitos y varitas de pescado; nuggets de pollo, aunque no son como los de McDonald´s; churros; patatas fritas; aros de cebolla; fingers de queso; calamares a la romana; gambas con gabardina; tequeños; buñuelos de bacalao… ¡Todos irresistibles! Pero si de lo que se habla es de comida congelada y vinos las estrellas son las croquetas, las empanadillas y, por supuesto, los San Jacabos.
Insolente: que muestra arrogancia, atrevimiento y obra con falta de respeto. Siempre se ha dicho en La Rioja que el graciano tenía que darle “gracia” al tempranillo… ¡Pues … toma graciano 100%!
PRECIO POR
BOTELLA:
10.90€
San Jacobos y Chardonnay con crianza en barrica
Por cierto, poco tiene que ver el nombre de este producto con el Santo Santiago, que también se le llama así o incluso Jaime. Nada de religión ni del camino más famoso del mundo con permiso de la ruta 66. Probablemente se le denomina así porque es sencillo y fácil de recordar. También para distinguirlo del cordon bleu o de las milanesas porque lo del San Jacobo es otra historia. El plato favorito en los menús infantiles. Crujientes, sabrosos y, sobre todo económicos para una cena improvisada. Lo tiene todo: jamón cocido, queso que sea fácil de fundir como el Havarti y un rebozado firme y contundente. No necesita ni más ni menos. Lo más distintivo, además de su forma perfectamente cuadrada, sea las grandes opciones de maridaje que permite. Desde blancos a tintos, rosados e, incluso, cavas, pero en CataTú nos quedamos con un Chardonnay con barrica.
Chardonnay para descubrir un terroir único
Goloso con recuerdos a manzana verde, cítricos y fruta tropical. Amplio, voluminoso, con cierta tensión y, por su puesto, único como su terroir.
PRECIO POR
BOTELLA:
9.10€
Croquetas de cocido y Tempranillo joven
Sin duda, la reina de los congelados porque, aunque sean caseras, así se conservan y se fríen mejor. No hay producto que se venda más a temperaturas bajo cero y no es para menos. También es la tercera tapa más consumida en los bares tan solo por detrás de la tortilla de patata y de las bravas. No falla nunca. En España se consumen más de 150 por persona al año y eso es algo más de una cada dos días. Todas juntas superarían ni más ni menos que los 5 metros de longitud. ¡Qué cada uno eche sus cuentas y elija el mejor relleno!
De jamón, las más clásicas, pero hay muchas más opciones como pollo, boletus, queso azul, marisco y bacalao. Además, las hay de lo más innovadoras como las de espinacas con queso o de calabaza y chistorra. Eso sí, lo que nunca puede faltar es una bechamel ligera y cremosa y un rebozado fino y, a la vez, crujiente. Cuestión de contrastes, como también lo es su maridaje. Si son de cocido, lo más recomendable es un Tempranillo joven de Rioja o Ribera del Duero, con notas afrutadas y una acidez moderada, puede combinar bien con las croquetas sin dominar el plato. Grandes Vinos para congelados.
Tinta Fina de Ribera del Duero en estado puro
Suave, con cuerpo, de tanino dulce y, sobre todo, imprescindible para disfrutar de los matices de la pureza de un escenario natural único.
PRECIO POR
BOTELLA:
5.70€
Empanadillas de atún y Verdejo de Rueda
Y a las empanadillas le pasa un poco lo mismo que a las croquetas. Dentro de su fina y crujiente masa cabe un poco de todo. Gustan y mucho las de carne picada, cebolla, ajo y pimiento verde; las de jamón y queso que son las más cremosas; las de pisto y, sobre todo, las de atún. Eso sí, siempre con cebolla, pimiento rojo, huevo duro picado, aceitunas de forma opcional, y un poco de tomate frito que le de consistencia al relleno. No hay forma de comerse también una. Y dejan un gran espacio a la creatividad. Congeladas o preparadas en casa con las tradicionales masas ovaladas. Solo hay que cerrarlas y casi listo. Lo mejor de todo es que si se hacen al horno están mejor todavía y lo mismo sucede si se toman con un Verdejo de Rueda con notas herbáceas y de frutas blancas, y una acidez equilibrada armonizan muy bien con todos sus ingredientes.
La sabiduría de la naturaleza aplicada al Verdejo
Verdejo con aromas de gran intensidad con notas herbáceas y de flores blancas, matices anisados, hinojo y monte bajo con un fondo balsámico. Elegante, fresco, untoso, …
PRECIO POR
BOTELLA:
9.95€
Otros maridajes para alimentos congelados. Vinos para congelados.
Y todavía hay mucho más… Para los rollitos de primavera nada mejor que un Riesling seco cuya acidez y notas afrutadas del Riesling equilibran los sabores frescos de los ingredientes y también el agridulce de la salsa. Más sencillo es lo de los palitos de pescado y las varitas de merluza, Sauvignon Blanc con notas herbáceas que complementa el pescado rebozado y ofrece frescura. También con un Albariño. Sin embargo, para los calamares a la romana la cosa cambia. Seguro que a pocos se les ha ocurrido maridarlo con un cava. Pues no hay nada más acertado porque la efervescencia del cava, además de su acidez, limpian el paladar y contrastan con la textura tierna y a la vez crujiente. Así que, sea cual sea, la comida congelada favorita, todas tienen un maridaje ideal y lo mejor es que se pueden encontrar todos en CataTú y los mejores vinos para congelados. Siempre al mejor precio y directo de bodega para convertir cualquier plato en una experiencia excepcional.