El término vino ecológico conlleva una serie de prácticas y de cuidados en el viñedo, elaboración, guarda embotellado de los vinos, con los que se busca que los vinos sean lo más “naturales” posibles.
Una de las cosas sobre las que más se habla cuando se toca el tema de vino ecológico es el sulfuroso que se añade a los vinos o el “contiene sulfitos”, pero realmente los vinos ecológicos tienen permitido la adición de ácido sulfuroso, pero en menor concentración que los vinos convencionales.
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Cómo conseguir un vino ecológico,
Empezamos por el viñedo
El primer paso para tener un vino ecológico empieza en el viñedo, donde está prohibido la adición de tratamientos químicos determinados, se busca que el viñedo sea ecológico, utilizando prácticas tradicionales y uso de productos naturales para el abonado, se prohíbe la quema de rastrojos, etc.
Está claro que el cuidado del viñedo ecológico es muy duro los primeros años. Pero pasado un tiempo, el viñedo va generando sus propias defensas y dentro de la dificultad mejora la eficiencia de la viña.
Trasportamos las uvas
Para hacer un vino ecológico, todas estas uvas que vienen de viñedo ecológico deben ser transportadas en recipientes aptos para uso alimentario.
Estas uvas deben separarse de las uvas de vendimia tradicional, en una instalación bien diferenciada y siempre siguiendo una trazabilidad en la bodega.
Uso de levaduras y bacterias
Se permite el uso de levaduras y bacterias seleccionadas, pero siempre con la limitación de la selección genética, es decir que no pueden ser modificadas genéticamente.