El Palomino es una variedad de uva blanca autóctona del Sur de España que se caracteriza por producir mostos de intensidad aromática media y, sobre todo, neutros y de equilibrada y fina estructura que los hace especialmente adecuados para su posterior crianza bajo velo de flor. La base de los internacionalmente conocido vinos del Marco de Jerez.
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Palomino: uva de película
De película y también de novela. La del verano que vivimos en la que es la auténtica protagonista con permiso de Doña Blanca Suárez que, por cierto, también tiene nombre de uva y en las letras. Las de Shakespeare y también en las de Lord Byron, Cervantes, Benito Pérez Galdós, Washington Irving, Alejandro Dumas, Blasco Ibáñez, … Todos en alguna de las páginas de sus libros se han rendido ante los encantos de la Palomino, aunque sea sin saberlo. Esos y algunos más. Hasta Hans Christian Andersen y el maestro de terror y del suspense, Edgar Allan Poe, quién convirtió un barril de amontillado en una historia de venganza y crueldad. Y es que los vinos que se producen con esta variedad de uva están de muerte… Lo sabe hasta Santa Claus a quien hay que dejar una copita con tarta de manzana, la noche del 24 de diciembre.
Lugares de cultivo del Palomino y denominaciones de origen
Sí, con los postres va fenomenal y más si se cultiva en el Marco de Jerez, pero cada cosa a su tiempo. De Sanlúcar de Barrameda al Puerto de Santa María y hacia el interior se concentra más de la mitad de la producción total de la variedad de toda España para dar fama a sus vinos más internacionales. La auténtica reina del Sur y sol de Andalucía embotellado que decía aquella bodega, precisamente de Jerez. Y es que en estas tierras el Palomino ha encontrado el prefecto lugar para su desarrollo. Más de 300 días soleados al año y menos de 70 días de lluvia. Justo lo contrario que en el lugar de nacimiento de Shakespeare, Byron, Poe o, incluso, Andersen y lo más, probable es que ahí esté parte de su fascinación de los vinos de la variedad.
Veranos secos y calurosos, la humedad del Atlántico suavemente traída por la brisa del mar y un suelo único que mantiene como pocos el agua bajo la superficie. Además, su inusual color blanco refleja la radiación solar. El lugar perfecto para su cultivo. Solo así es posible entender que más del 90% de la extensión de viñedo de la zona se dedique al Palomino. Sin embargo, no es el único lugar en el que se puede encontrar. Ni mucho menos. En Canarias y Extremadura, pero también en otras regiones con climas muy diferentes como Cantabria, Galicia o Castilla y León. Solo así es posible entender que esté autorizada en más de una veintena de denominaciones de origen y de lugares tan distintos y distantes como pueden ser:
- Bierzo
- Condado de Huelva
- Cigales
- Jerez
- Manzanilla de Sanlúcar
- Ribeira Sacra
- Ribeiro
- Rueda
- Valdeorras
- Vino de Calidad de Tierra de León
- Vino de Calidad Tierra de Zamora
- Y en las DOP de las islas Canarias: Abona, Gran Canaria, La Palma, Lanzarote, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güímar, Valle de la Orotava o Ycoden-Daute-Isora
Otros nombres que recibe la variedad Palomino
Pues eso, que el Palomino tiene mucha vida más allá de los finos de Jerez y de la Manzanilla de Sanlúcar. Tanta como nombres y ahí está la clave para identificarlos. Entre los más conocidos están los de Albán, Chipiona, Pinchito o Listán, sobre todo, en Canarias.… Cuidado, no confundir con el del Condado de Huelva porque las diferencias son notables.
Las cepas del clásico tienden a la horizontalidad, sus racimos son grandes y las bayas muy jugosas y de piel fina. Además, en otros lugares del mundo se la puede conocer por infinidad de nombres y esto ya es para subir mucho la nota: Albar, Albilla de Lucena, Antillana, Assario do Alentejo, Bayoud, Blanc d’Anjou, Blanca castellana, Chasselas de Jesús, Cherin blanc, … Y así hasta la Z.
Origen de la variedad Palomino
La lista sería tan interminable como la búsqueda de su origen. Hay quien habla de que se encuentra en los Tercios de Flandes que lo trajeron a España en el s.XVI, pero lo mismo se dijo del Pedro Ximénez y diversos estudios posteriores podrían confirmar su origen árabe. Sea como sea, venga de donde venga y se llame como se llame, lo cierto es que el origen y fama de los vinos de Jerez, con o sin Palomino, se remonta a hace más de 3.000 años. Personalidad en la copa se ha ido definiendo a lo largo de la historia por quienes habitaron esas mismas tierras desde tiempos de los fenicios, romanos, árabes… Por cierto, que 3.000 fue también el número de botas de vino que el pirata Francis Drake se llevó cuando saqueó el Golfo de Cádiz. Quizá ya entonces se elaboraban con la reina del Sur.
Tipos de vinos elaborados con Palomino
Así, el Palomino es una variedad de uva blanca autóctona del Sur de España que se caracteriza por producir mostos de intensidad aromática media y, sobre todo, neutros y de equilibrada y fina estructura que los hace especialmente adecuados para su posterior crianza bajo velo de flor bajo el sistema de soleras y criaderas. La base de los internacionalmente conocidos vinos del Marco de Jerez como el Fino o la Manzanilla de Sanlúcar, pero también para Amontillado, Palo Cortado, Oloroso, Cream… Además, por sus características también es especialmente indicado para la elaboración de blancos secos, para dar estructura a tintos en pequeñas proporciones y, por supuesto, como base para la producción de vermut o los tradicionales vinos de naranja.
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