
Vino refrescante. El verano, como el vino, lo tiene todo. Color, sensaciones e infinidad de aromas que luego lo hacen recordar. Incluso más allá de tintos, blancos y rosados. Y eso que estos dos últimos son los favoritos cuando empiezan a subir los termómetros. No importa si es playa o montaña. El dorado color de la arena en contraste con el azul de las refrescantes aguas del mediterráneo, la translúcida fresca brisa del mar repleto de matices salinos, o la cálida, anaranjada y rosácea puesta de sol desde un chiringuito.
Así es como se catan unas auténticas vacaciones en el Mediterráneo y también en las montañas. Verde que te quiero… el marrón de los troncos de los árboles que dan sombra, el blanco de la espuma de los arroyos y siempre con el olor a tierra mojada que se intensifica según se aproxima la tormenta. ¡Por un verano a todo color!
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Vino parece, refresco no es… las mejores bebidas con vino
No, aunque no lo parezca no es una adivinanza porque todos esos colores, sensaciones y aromas se pueden embotellar. El vino como protagonista de un verano a todo color y sin más límites que los que puede marcar la imaginación. Solo hay que relajarse y dejarse llevar por los sentidos. Todo porque en los últimos años han ido apareciendo un buen número de bebidas que lo tienen como base y a las que se añade un buen número de frutos diferentes, precisamente, con colores excitantes, bajos en alcohol y elaborados con tratamientos especiales e innovadores que los hacen diferentes.
Perfectos para los meses más calurosos. Frescos más que refrescos, pero con algo más. Hay quien hasta les añaden burbujas para intensificar sus sensaciones. No pueden llamarse vinos ni venderse como tales sino como bebidas a base de zumo de uva fermentado.
Bebidas a base de zumo de uva fermentado: la forma más chida de disfrutar del vino.
Tan solo un tecnicismo porque lo que no puede ser es una excusa para no probarlos. Lo tienen todo, como… Chida Blue. Bueno, bonito y, sobre todo, placentero que es lo que hasta ahora ha significado esta palabra en México. Desde este momento tiene otro más: bebida refrescante de Doñana. Todo un bosque de sensaciones y eso sí, de intenso color azul como un día de verano. Aromatizada con bayas y frutos silvestres con matices de moras y grosellas, pero también de frutas tropicales. Sugerente e inspirador, auténtica revolución en la forma de disfrutar del vino.

La forma más chida de disfrutar del vino
De marcado acento andaluz. Zalema del Condado de Huelva aromatizada con bayas y frutos silvestres con matices de moras y grosellas, pero también de frutas tropicales. Sugerente e inspirador, auténtica revolución en la forma de disfrutar del vino.
PRECIO POR
BOTELLA:
1.39€
Y si la cosa va de colores y sensaciones veraniegas aún hay mucho más donde elegir. Versiones como Chida Gold de Privilegio del Condado tiene el dorado color del sol cuando se refleja sobre las aguas del mar y auténticas sensaciones tropicales que trasladan con los sentidos a paraísos lejanos y más cercanos.
Vacaciones embotelladas de piña, maracuyá, melocotón y albaricoque. Chida Pink, por su parte, luce como los más espectaculares atardeceres. Granadas, grosellas y moras. Sabe y huele a eso de… el final del verano llegó y tu partirás…
Los grandes clásicos con vino: tinto de verano y, por supuesto, refrescante sangría.
Playas, chiringuitos y descanso. Sin embargo, lo que no puede faltar para que la experiencia sea completa es el tinto, pero de verano. ¡con hielo y limón! Eso, aunque los más puristas lo de enfriar el vino de esta forma y añadir refrescos no lo vean. Más bien en lo que se tienen que fijar es en su color. Refrescante a simple vista. El rey de las terrazas y, probablemente, la mayor aportación española al mundo de la coctelería. Y es que cocteles y combinados con vino hay muchos, pero como estos, ninguno: Clericot, Queen Charlotte, Glöog, Bellini …

Cultura pop con alma mediterránea
Refrescante, sabroso, … sabor a verano con toda su intensidad. De Los de chanclas, flotadores, arena en los pies y un vaso con mucho hielo lleno de sensaciones a frutas maduras, recuerdos de melocotón y piel de naranja. Irresistible, como para ir pidiendo ya otra ronda.
PRECIO POR
BOTELLA:
1.80€
Fáciles de beber y de preparar. De hecho, los hay en botella. De abrir y listo. Solo vino tinto, siempre mejor si es de calidad, y gaseosa o sifón. Con limón ya es otra cosa. Tan sencillo es que lo raro es que no se hubiera inventado antes. Algo más de historia tiene la sangría. Además, lleva refresco de naranja, fruta de temporada, azúcar y un toque de canela.
Aunque, eso sí, luego le pasa un poco como a la paella, su maridaje perfecto. Y es que hay más de mil y una formas de prepararla. Viajé y disfruté. No sé si más que otro cualquiera. Si bien, todo esto fue… a mi manera.

Tempranillo de Toro con aroma natural de naranja
Tempranillo con aroma natural de naranja de nariz compleja en el que predominan las notas cítricas acompañadas de frutas de hueso y canela. Divertido, afrutado, alegre y muy Mediterráneo.
PRECIO POR
BOTELLA:
5.00€
Y tampoco pueden faltar las más frescas sensaciones del vino.
Y, por supuesto, tampoco puede faltar el vino. Así, tal cual. De la botella a la copa. Hay vida más allá de blancos y rosados en esta época del año. Después de estos los más demandados son los espumosos, frizzantes, desalcolizados, moscatos, … pero también de tintos. Eso sí, siempre que no sean de tiempo y más cuando en el exterior los termómetros superan los 40 grados. Aún quedan sitios, en los que los sirven calientes y si se dice algo, la respuesta no cambia… pero si es tinto. Por eso, hay que tener en cuenta algunas cosas tanto para conservarlo como a la hora de servirlo. De hielos, nada de nada, y mucho menos congelarlo. Cada uno tiene su temperatura de servicio, aunque no siempre sea fácil cumplirla.

Moscatel de auténtica inspiración, regalo de los dioses.
Original, fresco, elegante, con personalidad propia y todos los delicados matices de la variedad como rosas blancas, frutas muy maduras y recuerdo a cítricos. Todo con solo 5.5% de alcohol, de auténtica inspiración.
PRECIO POR
BOTELLA:
14.95€
Hay que intentar enfriarlo, pero sin aguarlo ni cambios bruscos de temperatura. Lo mejor la cubitera, hielo y sal, mientras que el método más creativo es el de las uvas congeladas.
El método clásico, el de los enfriadores que los hay de todas las formas, tamaños y, precisamente, colores porque el verano tiene uno muy especial: el de los vinos para disfrutarlo. Sin embargo, no todo vale a la hora de tomarlos. Hay que elegir buen vino refrescante.
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