Vino en el chiringuito, el chiringuito, el chiringuito; el chiringuito, el chiringuito. Yo tengo un chiringuito a orillas de la playa, lo tengo muy bonito y espero que tú vayas… Junto a la barbacoa, probablemente, uno de los mayores éxitos de Georgie Dann y la verdad es que la estructura y la letra se parecen.
Eso sí, en cualquier caso, ambos son la sensación del verano y tampoco hace falta mencionar la parte de la canción en la que se habla de la ¡sardina! Por cierto, que este pescado azul no es lo más demandado en las mesas sobre la arena en chanclas y sin calcetines sino la ¡sepia!
La camiseta es recomendable, aunque no se exija código de vestimenta. Normalmente solo que el bañador no esté mojado. Allí, la única etiqueta que manda es la de las botellas de vino para acompañar a sus platos y aperitivos.
Tempranillo de Toro con aroma natural de naranja
Delicioso, refrescante y muy Mediterráneo. El más internacional de los cócteles españoles en su versión de Toro
PRECIO POR
BOTELLA:
5.00€
Sea como sea, es algo tan español como echarse después de comer la siesta en la tumbona o intentar poner una sombrilla tan solo con la fuerza de las manos. Tiene su técnica, pero mucho más curioso aún es lo del origen de la palabra. Lo que significa está claro… puesto de comida o bebida al aire libre.
Los que más gustan nada tienen que ver con las empresas fantasma de poca o dudosa legalidad o los puestos asignados a los políticos. Hasta ahí todo bien… el primero que hubo en España aún está en la playa de Sitges. Sin embargo, la idea viene de Cuba, pero no de las orillas del Caribe. Más bien de las plantaciones de caña de azúcar en las que los trabajadores hacían la pausa del café y lo elaboraban filtrándolo con un calcetín. El chorrito que de ahí salía lo llamaban chiringo…
Contenidos
Vinos que no son ningún chiringuito
Mucho ha cambiado la cosa desde entonces. Tanto en la gama de productos disponibles como, afortunadamente, en la forma de elaboración. A las vinos y bebidas bien fresquitas y cafés, eso sí, de cafetera se han sumado infinidad de opciones.
Los clásicos y los que más triunfan son los calamares a la romana, que al precio que está suele ser en realidad pota; el pulpo a feira; las almejas a la marinera, los boquerones fritos y las sardinas a la brasa, deliciosos ambos.
Tampoco pueden faltar las croquetas, la ensalada de tomate o su versión liquida en forma de salmorejo; la ensaladilla rusa; por supuesto, las paellas en todas sus variedades y los vinos para disfrutarlos. Y para que a partir de ahora solo haya que preocuparse por los fuera de carta, CataTú ha seleccionado algunos de los mejores.
Sepia a la plancha y blanco fermentado en barrica
Lo de la sepia también es de lo más curioso. Triunfa y mucho en los chiringuitos de playa. Para distinguirlo, tiene 8 brazos y dos tentáculos porque… ¡Cuidado!, no solo con la tinta porque las hay de más de 100 especies diferentes.
Eso sí, más fácil que encontrarlas en el mar, tienen un excelente camuflaje, es siempre cocinarlas. A la plancha, con el fuego intenso y ligeramente aliñadas con ajo, perejil y un chorrito de aceite de oliva.
Nada mejor para disfrutar de las vistas al mar y con un vino blanco fermentado en barrica de los que llegan al corazón. Por cierto, la sepia tiene tres así que hay para dar, repartir y enamorarse de los chiringuitos.
El Verdejo con más equilibrio de Rueda
Verdejo fermentado en barrica de roble francés elegidas especialmente para este vino donde además realiza crianza durante al menos siete meses. El resultado es un atractivo color amarillo con reflejos dorados y sugerentes aromas de especiados.
PRECIO DEL
PACK:
15.90€
Calamares del campo y tinto joven de cosecha
También molusco, pero mucho más especial. Tanto que en algunos sitios los llaman rabas y en la mayoría simplemente calamares a la romana que nada tiene que ver con los gladiadores ni nada parecido.
Lo que no suele cambiar en ningún lugar es que la mayoría de las veces no lo es. Normalmente es pota. Mucho más barata, pero no es lo mismo y la mejor forma de prepararlo es con harina y a la freidora. Nada más y nada menos. Si eso un chorrito de limón. Pues los de campo que sirven de entrante en Huelva no les tienen nada que envidiar.
Misma elaboración, pero cambiándolo por cebolla, pimiento verde y rojo, y calabacín. Nada más y nada menos, y sin embargo, con un tinto joven de Ribera del Duero se convierte en una experiencia sin igual.
Las más intensas y jóvenes sensaciones de la forma más natural. Apasionado y muy afrutado de frutas rojas con elegantes toques minerales y de delicioso regaliz. Intenso, carnoso y a la vez sedoso y amplio. Mágica pureza.
PRECIO POR
BOTELLA:
6.95€
Paella en todas sus variedades y espumoso rosado
Y, sin embargo, para todas las personas que viajan desde el interior hasta Levante las vacaciones no empiezan hasta que no están sentados en el chiringuito y sobre la mesa una paella.
De carne, de marisco o marinera, la mixta y la negra, la vegetal, la de bogavante… pero la que más gusta es siempre la auténtica valenciana. Tal es la cantidad de formas de prepararla que para poner un poco de orden cuenta con su propia DO. Sí, como los vinos y recomienda que para que sea la auténtica se debe elaborar exclusivamente con aceite, pollo, conejo, ferraura, garrofó, tomate, agua, sal, azafrán y arroz.
Nada más y nada menos. Eso sí, para disfrutarla hay más opciones y una de las mejores es acompañarla con un espumoso rosado también del interior.
Refrescante Syrah de la Tierra de Castilla con 3 meses de crianza sobre sus lías para dar lugar a un vino aromático, persistente y con todas las sensaciones de la variedad. Frutas cítricas, con recuerdos de violetas y hasta a gominolas.
PRECIO POR
BOTELLA:
10.80€
¡Fuera de carta! Más maridajes de chiringuito
Además de todos estos platos y muchos más como frituras, ensaladas, poke, hamburguesas, sándwiches, … siempre hay uno fuera de carta. Algunas alternativas más. Normalmente pescados frescos del día que van cambiando en función de la disponibilidad en el mercado.
Pues con los vinos también. Por eso, aquí hay extra de recomendaciones de maridaje que no deben faltar en ningún chiringuito, siempre directo de bodega y al mejor precio.
Tiempos Modernos, Godello de Rueda y si se prefiere un Verdejo, Botón de Gallo; Chardonnay y Sauvignon Blanc de Valencia como Rebel.lia o Viñamar, un Albariño único, pero de Cantabria. Todos irresistibles y más si se disfrutan en un chiringuito con vistas al mar.