7 (o alguno más) vinos para San Fermín

Vinos para San Fermín ¡Por fin!… “Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril… siete de julio, San Fermín”. Hasta aquí todo bien, pero cuando se canta lo de “a Pamplona hemos de ir…” es cuando empiezan los problemas y también las versiones… Lo más extendido es lo de “con una media, con una media, y un calcetín”. Sin embargo, hay quien dice que la canción original es “con media castaña, con media castaña y…” o la más conocida, “con una bota, con una bota y…”.

Y estas dos interpretaciones sí que tienen más que ver con el vino… La clave puede estar en la pausa que se hace entre ambas frases y ahí ya que cada uno piense lo que quiera. Sea como sea, forma parte tan importante de la fiesta como txistorra, desde el txupinazo y el “¡pamploneses, iruñatarrok, viva …!” al “pobre de mí”. Por cierto, siete días pasan entre ambas cosas y eso son un montón de vinos. Tan cierto como que el siete de julio es San Fermín, “Riau, Riau”.

Vinos para San Fermín y otras cosas que hacer (además de los encierros).

Mucho más que encierros y toros, aunque son parte esencial de la fiesta. Tanto, como el traje de pamplonica. Siempre blancos, ¡cuidado con las manchas y más si son de vino!), camisa, pantalón o falda, y con la faja y el pañuelico, de color rojo. A veces los vinos para San Fermín son peligrosos.

También música porque no hay celebración que haya popularizado tantas canciones. Las anteriores y… “Pamplona gozando va, pasando calles y plazas, las vísperas a cantar, al glorioso San Fermín, patrón de esta gran ciudad, que los pamplonicas aman, con cariño sin igual. ¡Riau Riau!”.

Eso mientras se baila al ritmo del Vals de Astráin. Y es que San Fermín lo tiene todo para pasarlo en “grande” y, si no, que se lo pregunten a Hemingway. Por supuesto, también comida y mucha bebida… Bacalao ajoarriero, magras con tomate, estofado de toro y un ¡viva! también por los huevos con txistorra. Así se maridan:

Huevos con chistorra y garnacha de Navarra

Nada mejor para reponer fuerzas, que se van a necesitar y mucho. Empieza el día con energía porque es fundamental a la hora del almuerzo.

Más sencillo de preparar que conseguir unos churros en La Mañueta después del encierro, aunque tienen su truco. Los huevos siempre frescos y de granja, la patata de siembra y el embutido recién elaborado y ligeramente picante. La clave está en partirla en trozos y freírla lentamente hasta que quede bien dorada. Para chuparse los dedos e incluso hacerse un bocata y más con una Garnacha de Navarra. Por cierto, pronto tendrá su propia IGP como los espárragos, el vino, el aceite, los pimientos de Lodosa o el queso Roncal con los que también marida a la perfección.

Bacalao Ajoarriero y rosado de garnacha

Carnes y también pescados. Pues sí, a San Fermín le gusta el vino y también el bacalao. Blanco, tintos y, por supuesto, rosados. ¡Qué por colores no sea, aunque el rojo en estas fiestas sea el más popular! ¡Y los vinos para San Fermín!

Para este último lo mejor es cuando está preparado con ajoarriero. De Tudela en el corazón de la ruta que seguían, precisamente, los arrieros con sus mercancías… Receta, sencilla y muy efectiva, pero, sobre todo, llena de sabor y tradición, tanta como la de los rosados en Navarra: bacalao, cebolleta, pimiento morrón y verde, tomate, guindilla, aceite de oliva de la tierra y tampoco puede faltar el ajo.

Sin duda, una de las formas más clásicas de cocinarlo. Desfile de sabores a los que este maridaje aporta un sinfín de matices. Irresistible y más con patatas.

Estofado de toro y reserva de Navarra.

La esencia de la fiesta en un plato único. Sabroso y diferente. No hay que abandonar Pamplona sin haberlo probado antes. San Fermín es encierros y toros (y mucho más) que tampoco podían faltar en las mesas.

Con permiso de las magras con tomate, el guiso más típico del 7 de julio y, en realidad, de cualquier día del año. Mejor si es de lidia, pero no hay que engañarse, es difícil de conseguir. Estofado y con verduras de Navarra, una huerta excepcional. Eso sí, siempre hay que adobarlo antes. También tener paciencia porque para que sea tierno y adquiera esa textura única que lo hace diferente se necesitan entre dos y tres horas.

Por eso, se puede ir abriendo boca con el vino con el que luego disfrutarlo: reserva y de Navarra.

Y además caldico, pintxos y pacharán para no parar de disfrutar

Hay mucho más para saborear San Fermín de principio a fin… Desde las pochas también con chistorra, longaniza, chorizo, tomate, pimientos y ajo hasta el reconstituyente caldico (ojo que, con un buen chorro de fino, alegra el alma) y eso sin contar con los pintxos del Casco Viejo.

A cada cuál más creativo y a la vez tradicional para comerse a bocados los sanfermines. Gaucho, Baserriberri, Iruñazarra, asador Katuzarra, la Mandarra de la Ramos… son solo algunas sugerencias imprescindibles. ¡Para descubrirlos solo hay que entrar, elegir y probar! Como el busque, compare y si encuentra… ¡marídelo!

Todo eso y pacharán como el de La Navarra. Elaborado exclusivamente con pacharanes frescos de la zona, macerados con anís estrellado siguiendo la clásica receta de la Casa Belasco de 1831.

Además, en CataTú se pueden encontrar el vino de Navarra, siempre al mejor precio y directo de bodega “…porque llegaron las fiestas, de esta gloriosa ciudad, que son en el mundo entero, unas fiestas sin igual, ¡Riau Riau!”.