Carnavales y vino. Carnaval, carnaval. Carnaval te quiero y si es con vino mejor que mejor, ¿verdad? Tanto que es casi imposible entender el uno sin el otro. La pareja perfecta. Enseguida que a cualquiera le mencionan el Carnaval se imagina los disfraces, el olor de la sardina, comparsas y charangas, gigantes y cabezudos y, por supuesto ¡torrijas!, que también pueden estar hechas con vino.
Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria son los favoritos.
Quizá por ser lo más parecido a lo que se imagina que por estas fechas debe suceder en Rio de Janeiro. ¡Samba y Caipiriñas hasta que salga el sol!
O también en las chirigotas de Cádiz, en el del toro de Ciudad Rodrigo o en el de Águilas en donde Don Carnal no suele salir muy bien parado…
Sin embargo, por toda España, hay otras muchas formas de celebrar el Carnaval en las que el vino es tan importante como el disfraz. ¡Un último brindis antes de que llegue Doña Cuaresma!
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Si se habla de Carnaval y Vino la primera parada obligatoria no puede ser en otro lugar más que en Haro. Tan espectacular y colorido como los propios vinos de Rioja.
Baile de máscaras y una ambientación digna de las más conocidas celebraciones de Europa. Teatro, circo, baile y música, en un espectáculo con tanta luz que brilla por sí solo.
El de este año, además, promete con toda la pompa y el glamour de uno de los trenes más lujosos del mundo. Sí, ambientado en el Orient Express. Así que seguro que en su recorrido entre París y Constantinopla hay alguna parada para probar vinos como El marido de mi Amiga de Bodegas Vallobera. El Carnaval también tiene algo de esto, ¿no?
La Rioja Semidulce y con estilo
Pura creatividad y exotismo a través de sensaciones frutas tropicales y de hueso, además, de litchis. De los que hay pocos, dejan muy buen sabor de boca e inmejorables recuerdos.
PRECIO POR
BOTELLA:
7.30€
Risas, música, bromas, mucha diversión y algo de vino. ¡Alegría! Así es como se vive en las calles de Montánchez y, en especial, su máximo representante, el Jurramacho.
Este personaje, en realidad, no es nadie en especial. Es más bien una forma de disfrazarse. De hecho, cualquiera puede serlo. Tan solo hay que tratar de ser lo más irreconocible posible.
Ropas viejas, grandes, pasadas de moda, llamativas y hasta con la cara tapada para poder gastar las bromas más pesadas a los vecinos del pueblo en el anonimato.
Tan estrambótico e hilarante que a veces es necesaria una copita de Ruiz Torres Verdejo para poder un poco de cordura.
Un Verdejo diferente, superior y extremeño
Un refrescante y elegante verdejo que se cultiva en tierras extremeñas produciendo un vino que sorprende por su capacidad aromatica y su boca redonda.
PRECIO DEL
PACK:
5.50€
En Cataluña buen vino y mejores disfraces.
Así que con tanta burla, mofa y exageración a raudales la parada siguiente pasa obligatoriamente por Solsona.
Su Carnaval es original en todos los sentidos y de principio a fin. Precisamente allí la fiesta comienza con la colgada del burro. Por supuesto que ya no es de carne y hueso el que se iza a lo alto del campanario para que se coma las malas hierbas. De cartón y peluche, pero eso sí, un mecanismo sigue simulando su micción mojando a todos los asistentes.
Además, también están los gigantes locos que arrasan con todo a su paso y el llamado recorrido de los higos que se degustan con vinos blancos como Vía Terra 2018 de Edetâria.
El vino que está en el puesto 47 de vinos del Mundo
Original, puro y sedoso, Via Terra Blanco se elabora con Garnacha blanca de las viñas de Edetâria en la Plana de Gandesa y combina en un único vino los frutos de dos vendimias.
PRECIO POR
BOTELLA:
9.50€
Otra vez vino y Carnaval que maridan a la perfección, ¿verdad?
Pues lo mismo sucede en Galicia que tienen muchos y muy buenos, los vinos también. El de Xinzo de Limia es el más largo de Europa.
Dura cinco fines de semana seguidos y, si las cuentas no fallan con tanta fiesta, eso es más de un mes.
En el de Laza tienen a Os Peliqueiros, que no son peluqueros, y su misión es ahuyentar a los malos espíritus. Es decir, a todos los que no vayan disfrazadas les golpean con una a zamarra.
Mejor entonces ir disfrazado, aunque sea como en Verín en donde los hombres se visten de mujeres.
Diferentes celebraciones en las que nunca falta un buen albariño.
Todos los matices aromáticos de la variedad muy bien definidas en las que predominan las notas cítricas de mandarina y lima, y las florales de jazmín y azahar. Irresistible, sin duda, un gran Albariño.
PRECIO POR
BOTELLA:
12.00€
Por supuesto que aún quedan muchos más carnavales por toda España para recorrerlos vino a vino.
Tan originales y sorprendentes para disfrutarlos hasta la última gota como el de Ruzafa en Valencia. Pasacalles, conciertos, mercadillos y, sobre todo, el tradicional desfile con trajes de diferentes lugares del mundo marida a la perfección con Vivir sin Dormir de Bodegas Arráez.
Fiesta y desenfreno que en Sitges siempre se prolonga hasta altas horas de la noche en una de las celebraciones más coloridas de España. En sus copas tampoco debe faltar el color del cava más rosado de Mascaró.
Sí, es que vino y Carnaval, maridan a la perfección para no parar de sonreír en cualquier lugar.