
La fiesta de la carne, como su propio nombre indica, y del vino, aunque es más famoso por los dulces. Kilos y kilos de azúcar para alegrarse el paladar. Sí, pestillos, casadielles, buñuelos que no de viento, filloas, orejas de anís, tortillas de calabaza, leche frita, sopas de miel, y, por supuesto, torrijas.
Dulce Carnaval. Más conocido por sus postres que por sus platos principales, aunque también los tiene.
Grandes elaboraciones gastronómicas con las que pecar antes de la Cuaresma. Comer bien y beber mejor durante estos días de fiesta, desenfreno y disfraces no debería de ser ningún pecado, ¿verdad? ¿Por dónde empezar?
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Hasta que el entierro de la sardina llegue, en Brasil, que de Carnaval saben un rato, recuperan fuerzas con la típica Feijoada, en Perú lo hacen con el puchero y el paiche con yuca y plátano, y a los Blinis en Rusia les ponen hasta salmón y caviar.
Mientras en España la estrella es la carne. De cerdo a ser posible. Porque las chirigotas, los gigantes y cabezulos y las comparsas tienen mucho más que ver con la matanza de lo que se piensa.
Son días de sabrosos embutidos, cocidos completos, sopas que se comen con cuchillo y tenedor, sin olvidar, los pescados y mariscos. Deliciosos todos como los vinos con los que acompañarlos que también son… ¡alegría!
Primero los primeros. Así que para ir entrando en calor nada mejor que una sopa, pero la de Antrujuelo es muy diferente. Dicho así, un caldo no parece un plato para pecar ni digno del desenfreno del Carnaval, ¿verdad? Seguro que la cosa cambia si dicen que para degustarla hace más falta cuchillo y tenedor que una cuchara.
Más carne que líquido. Todo un festival porcino, del que en Extremadura saben un rato, con su pata, oreja, cotubillo y espinazo.
Por si fuera poco, aún hay más: ajos, huevos, chorizo y pan duro. ¿Se necesita algo más para disfrutar de los placeres de la carne antes de llegar al Miércoles de Ceniza? Quizá una Garnacha también extremeña como la de Bodegas Coloma.

Garnacha en todo si esplendor, con ricos aromas frutales entre los que destacan la frambuesa y la cereza, taninos suaves y aterciopelados con la redondez que le aporta el roble. Elegante y muy pulido. Irresistible y muy gastronómico.
PRECIO POR
BOTELLA:
8.15€
Y como el Carnaval es también la fiesta de la carne pues ya lo saben bien en Aragón… Martes Lardero, longaniza en el puchero.
De chorizos en el cocido, aunque este último no rime tan bien.
Embutidos a tope y en Cataluña también lo saben a la perfección. Empezando por la Botifarra d’ou. Eso sí, de huevo por partida doble y no de oro. El que lleva en su receta junto carne del hombro y cabeza, tocino, sal y pimienta. Y el del revuelto en el que se suele degustar.
Y por si no son suficientes calorías se puede continuar con el Farcit, relleno de carne picada, pasas y pan.
Todos tan deliciosos como un vino aragones de la Bodega Monte Odina, que es como para ponerse del revés.

El vino ecológico de las variedades principales del Somontano
Valentina es un icono del somontano que sorprende a todos los que lo prueban.. Un vino ecológico que nos muestra todo el potencial de los vinos de la bodega Monte Odina. Gold Mundus vini 2018
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Sin embargo, en Cádiz, como no podía ser de otra forma, son más de pescado que de carne. Al tradicional tapeo de pescaíto frito, puntillitas y tortillas de camarones se suman a las chirigotas de Carnaval los mejillones, galeras, erizos, ortiguillas y ostiones.
Sí, sin H y todas acompañadas de limón. Mejor nombre imposible para estas fechas en las que todo vale. Un molusco muy parecido a la ostra y con un profundo e irresistible sabor a mar.
De donde acaba el Atlántico para dar comienzo al Mediterráneo. Imposible no sorber hasta la última gota de su esencia como la del vino que mejor los acompaña, un Fino en Rama de Gutiérrez Colosía.

El fino sin complejos, en Rama, puro y delicioso.
Los vinos finos son un tesoro de la enología, pero cuando es en Rama, es pura diversión, sin tratar para poder disfrutar de todas sus propiedades que le aporta las brisas que provienen del río Guadalete. 92 puntos Peñín.
PRECIO POR
BOTELLA:
12.00€
Y, por supuesto, el fin de fiesta llega siempre llega con el Entierro de sardina. Así que… ¡pescado azul para todos! Tan valoradas hoy en la cocina rechazadas tiempo atrás por su intenso olor y espinas.
¡Comida de pescadores!, decían. Eso sí, sabor a raudales. Pues no hay sitio en el mundo donde las preparen mejor que en Málaga.
A la brasa, en sus espetos y mirando a la playa de la Malagueta, donde los bañistas, de cuando en cuando, se refrescan con Apiane Espumoso de Moscatel.
Por cierto, es también el nombre de su maridaje perfecto. Imposible pensar en una mejor despedida ni para la sardina ni para el carnaval. Moscatel espumoso de Mollina.

El primer espumoso de Moscatel de Málaga
Es un joven y semidulce de entre 8º y elevada carbonatación con suaves burbujas que se generan de forma natural durante la fermentación. Elaborado a partir de la variedad Moscatel morisco y es perfecto .
PRECIO POR
BOTELLA:
9.09€
Además, es ya una forma de ir preparando el estómago para la Cuaresma tras los excesos del Carnaval.
Pero antes, si alguien tiene hueco para más aún hay muchas más recetas con las que disfrutar sin límites del Carnaval.
En Mallorca, a su postre más universal, la ensaimada, la untan de sobrasada y la cubren con miel.
Además, cualquier gallego siempre dirá que no hay cocido más completo en el mundo que el de Entroido.
Y la verdad es que lleva un poco de todo. Todo un desfile de sabores y texturas con las que relamerse y chuparse los dedos con o sin disfraz.