Mientras Drácula asegura que “nunca bebe… ¡vino!”, todos los amantes del cine saben que el maridaje favorito de Hannibal Lecter para sus festivales carnívoros es un Chianti de la Toscana italiana.
Cine y vino siempre han estado más unidos de lo que parece y si no que se lo pregunten a Humphrey Bogart quien siempre pensó que “el mundo entero tiene más o menos tres vasos de vino de retraso” y que en la propia Casablanca el Champagne tiene un papel fundamental, “deberíamos terminar esa botella y otras tres”, le dice a Bergman.
Y es que el champagne también juega un papel fundamental en la gran pantalla y James Bond lo sabe bien.
¿Quién no recuerda su divertido enfrentamiento con el Doctor No con una botella en la mano discutiendo si es mejor el Bollinger del 55 o el del 53?
Hasta en la Princesa prometida hay vinos que están de muerte y que se beben al ritmo de los acordes de Mark Knopfler.
Vino y cine son la combinación perfecta para las tardes de invierno y más si al argumento le añadimos amor, amistad, acción, … y, por supuesto, una copa en la mano para disfrutarlas hasta el The End.
Estas son algunas de las mejores películas que tienen al vino como protagonista y los mejores maridajes para sentirlas como nunca antes.
Contenidos
Cine y vino, el maridaje perfecto.
Entre copas (2004)
Porque no hay buen vino si no hay amigo con quien compartirlo, ¿verdad?
Pues de esto va la película, el típico roadtrip americano, en el que se cambian los desiertos y las carreteras kilométricos por los viñedos del Valle de Santa Ynez muy cerquita de la también famosa Santa Barbara.
Dos amigos que, entre copa y copa, viñas, recuerdos, catas y muchas anécdotas, plantean el gran debate de la película, ¿Merlot o Pinot Noir?
La respuesta la dio el público después de su estreno en las salas: las ventas del primero cayeron en Estados Unidos y se dispararon las del segundo.
Auténtica injusticia para el Merlot que es también una uva de 10.
Complejo, elegante, sabroso, suave y muy equilibrado en el que destacan los aromas a ciruela, café, chocolate y confituras de frutas. Merlot como nunca antes se había bebido, intenso y aterciopelado. 4 estrellas (sobre 5). Jon Olsen.
Pinot Noir para amantes de lo bueno.
un tinto de expresión compleja, con ricos matices de fruta negra bien fundidos con las notas que aporta la crianza en roble y una boca fina y aterciopelada. 91+ puntos Parker.
Un paseo por las nubes (1995)
Sin salir de California, pero viajando hacia el Norte hasta el famoso Valle de Napa y en el tiempo hasta el final de la II Guerra Mundial se puede llegar hasta Las Nubes.
Allí, entre las viñas de la finca familiar, casi por casualidad, comienza la historia de amor de Aitana Sánchez-Gijón y Keanu Reeves mientras protegen las uvas de las heladas, durante la vendimia o pisándolas para beber juntos los primeros mostos.
Vino, amor y familia que se resume en “esa es la raíz de tu vida. De nuestra vida, nuestra familia, y tú ahora eres de los nuestros. Y nunca más volverás a estar solo”.
Por cierto, Falcon Crest está por aquí cerquita.
Licencia para hacer un Merlot de película
Juvenil, cautivador, espontáneo y muy goloso con la fruta madura como gran protagonista. Auténtico vino de película para cumplir sueños. 90 puntos. Guía Peñín
Un buen año (2006)
La viña y el vino, sin duda, puede cambiar vidas y eso es lo que le sucede a Russell Crowe al llegar a la Provenza.
A orillas del río Ródano puede pasar de todo. Y más si de golpe y porrazo se cambia la corbata y la bolsa de Londres por las camisas remangadas y un chateau al Sur de Francia.
Una película tan deliciosa como los vinos que beben y elaboran. Plano a plano, entre cerezos, olivos y viñedos el paisaje se va convirtiendo en el gran protagonista de una de las regiones más ricas en cuanto a variedades de uva se refiere: Garnacha, Syrah, Cariñena, Cinsault, Monastrell, Cabernet Sauvignon, … Un buen año para conocer sus vinos.
Todo el poder y la clase de la Ribera del Duero
na personalidad desenfadada y arrebatadora en un vino que es Tempranillo en estado puro con aromas a frutas rojas y negras y recuerdos a violetas, y a los que 14 meses de crianza en barricas de roble francés le confiere complejidad y agradables notas a tabaco y chocolate.
Y aún hay muchas más películas con las que disfrutar del vino, con una copa, tanto dentro y fuera de la pantalla.
Marcelino, pan y vino (1954), Esta tierra es mía (1959), El Beaujolais nuevo ha llegado (1978), El año del cometa (1992), French Kiss (1995), Sangre y vino (1996), El viñedo (2000), From Ground to Glass (2006), La guerra de los vinos (2008), El camino del vino (2010), Noche de vino y copas (2011), Tu serás mon fils (2011), El duelo del vino (2015),… son solo algunos de los títulos en los que vino se funde con amor y amistad y para convertirlo en una experiencia única.
¡Disfrútalas con una copa en la mano para vivir el cine en todas sus sensaciones y alcanzar, así, la cuarta dimensión!