La cata del vino. Puntos básicos para aprender a catar

La cata del vino es una experiencia de lo más agradable y un entrenamiento absoluto para nuestros sentidos, que los hace más agudos y receptivos.

La cata de cualquier producto es algo cotidiano en nuestras vidas, realizamos catas continuamente, pero no pensamos en ellas.

Así podemos probar varios yogures y distinguir los aromas fresa o plátano, sin mucha dificultad.

El vino es un producto más completo a la hora de catar que nos da posibilidades de usar todos nuestros sentidos.

La cata de un vino

Catando vinos podemos llegar a usar todos los sentidos de nuestro cuerpo, incluido el oído, al notar el sonido del vino al caer en la copa.

Pero la cata de vinos tiene un proceso, o una metodología que siguiéndola paso a paso y probando muchos vinos nos hará llegar a un nivel avanzado en el mundo sensorial.

Fase Visual

Este es el primer paso que se nos presenta al catar un vino. Nuestro sentido de la vista se debe fijar en detalles como el color, el brillo, el ribete y la limpidez del vino.

El color de los vinos tintos por ejemplo depende mucho de las variedades y de la maceración de los hollejos con el mosto. Siendo aquí muy importantes los antocianos.

Esto es igual para los vinos rosados y los vinos naranjas, esos blancos con alma de tintos.

En los vinos blancos el color evoluciona de verdoso a dorado en fusión de la crianza sobre lías, fermentación en barrica o vendimias tardías.

El punto importante para hacer una cata rápida es que el color sea atractivo, brillante y sin impurezas en el vino lo que nos llevara a la máxima puntuación posible y sobre todo a querer oler el vino cuanto antes.

Fase Olfativa

En la fase olfativa nuestro sentido del olfato nos dará muchas pistas acerca de lo que nos vamos a encontrar en la boca.

Debemos valorar el aroma, la limpieza del vino y su intensidad.

En el apartado de limpieza debemos encontrar vinos que no tengan aromas a habitación cerrada, huevo podrido u hongos. Estos son aromas muy negativos que enmascaran los aromas del vino.

Los aromas del vino pueden ser frutales como fresas o melocotón, aromas de panadería típicos de la fermentación o balsámicos y especiados.

Si estos aromas se distinguen perfectamente y su intensidad es elevada nos encontraremos con un vino con una nariz muy interesante y aromática.

A la hora de hacer nuestra valoración rápida, debemos encontrar vinos con aromas limpios, bien marcados y con sensaciones agradables.

Fase Gustativa

La fase gustativa es quizás la más importante de todas, ya que es la que nos deja el recuerdo final y la que más nos marca de toda la cata.

En esta fase gustativa usamos tres de nuestros sentidos, el olfato, el gusto y el tacto.

El olfato lo usamos ya que por la vía retro nasal percibimos los aromas que notamos en la fase olfativa de manera más directa.

EL gusto por que podemos distinguir si el vino es ácido, dulce, amargo o salado.

Y el tacto lo usamos con nuestra lengua, donde el tanino nos dará sensaciones de aspereza o suavidad.

Lo importante para una cata rápida es fijarse en que el vino no tenga aristas, es decir, que no destaque de manera desagradable su acidez, o su amargor, etc.

También debemos ver que es un vino redondo y con estructura. Pero lo más importante que es que el gusto final sea agradable y den ganas de seguir bebiendo.

Maridaje

Aunque el maridaje no esté dentro de los procesos de cata es un punto que nos encantaría añadir a la cata esta capacidad de pensar que alimento puede ser perfecto para el vino que estamos catando.

Así podemos encontrar vinos perfectos para arroces, o vino ideales para carnes.

Pero al final la mejor forma de mejorar nuestras capacidades de cata es sin duda el catar vinos, y probar muchos diferentes.

Encuentra en catatu.es todos los vinos directos de bodega y vayamos entrenando nuestros sentidos, para que podemos conocer que vinos nos gustan más y saber cuales repetiremos seguro.